La primavera siempre ha conspirado con el viaje; los viajeros y amantes de la cultura en general aprovechan la oportunidad para visitar museos, exposiciones de bellas artes y artes visuales, así como eventos culturales públicos.
A medida que nuestros lectores exploran y disfrutan de la cultura, son muy conscientes al planificar vacaciones de considerar estos espacios culturales de turismo, logrando así ampliar sus conocimientos.
Hace algunos años, hicimos muchas recomendaciones de lugares y sitios especiales; esta vez, intentaré motivarlos a visitar la famosa Zona Colonial de la capital de la República Dominicana: Santo Domingo.
Esperamos que estos paseos por los museos históricos de relevante patrimonio, visitando y aprendiendo sobre las valiosas colecciones de piezas taínas, que son representativas de las culturas de los pueblos, sean de su interés.
También es importante disfrutar de la flora, fauna, ecosistemas, etc., en una palabra, los signos de identidad.
El turismo cultural es una actividad que consiste en viajar fuera de su entorno habitual, cuyo principal motivo es conocer elementos distintivos, ya sean espirituales o materiales, que caracterizan a una sociedad en un destino determinado.
Existen dos manifestaciones diferentes de este tipo de turismo; la primera es el patrimonio tangible: elementos materiales que las personas crean a lo largo de su historia y que se pueden observar y tocar. La segunda es el patrimonio intangible: valores no materiales que forman parte del patrimonio cultural de cada pueblo, como leyendas, historias, tradiciones, festivales, música, entre otros.
Nuestro país es reconocido mundialmente por su gran oferta de turismo cultural. Además de su riqueza geográfica e histórica, es posible admirar su arquitectura, folclore, gastronomía y tradiciones presentes en cada rincón del país. El 8 de noviembre de 1990, la Zona Colonial fue declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio de la Humanidad.
En los últimos años, el país ha estado invirtiendo en el rescate de la Zona Colonial o (también llamada la Ciudad Colonial). Esta área de Santo Domingo logra atraer constantemente un turismo cultural centrado en el primer asentamiento europeo en América, colonizado en 1502 por los españoles. Esta zona de Santo Domingo cuenta con edificaciones coloniales y calles empedradas antiguas de gran atracción turística, como el Alcázar de Colón, que perteneció a Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón; el Museo de las Casas Reales; la Catedral Primada de América y la Fortaleza Ozama, entre otros.
Debido a todo esto, hay establecimientos hoteleros locales (como el Hotel Conde de Peñalba) y otras cadenas hoteleras internacionales presentes, como Nicolás de Ovando. No es raro que turistas y visitantes extranjeros pasen unos días aquí, aunque estén disfrutando de los hoteles de playa ubicados en Samaná, Las Terrenas, Puerto Plata, los del Este, como Punta Cana y Cabo Cañaveral, Miches, y tantas otras joyas que han llevado al país a formar parte de una marca país. También incluimos a los principales operadores turísticos y cadenas hoteleras que nos promocionan desde diferentes continentes, especialmente Europa, y de estos países ciudadanos que nos visitan para aprovechar los recorridos por la ciudad capital.
Aunque pueden reservar un recorrido guiado por el área colonial desde su propio hotel o directamente en la calle, les recomendamos obtener un mapa y un guía local. Las rutas son muy fáciles de seguir y pueden disfrutar mucho más a su propio ritmo, haciendo las paradas y descansos apropiados en los lugares que más les gusten. Un buen lugar para comenzar sería el Parque Colón; este parque lleva el nombre de la estatua de Cristóbal Colón que se encuentra aquí, esculpida en el siglo XIX por un escultor francés llamado Gilbert.
En este parque, hay un par de terrazas muy agradables para tomar un refresco, café o infusión por las tardes. Justo al lado del Parque Colón se encuentra una de las calles peatonales más populares y apreciadas de la Zona Colonial: la Calle El Conde. Esta área es una de las más comerciales de la ciudad, con todo tipo de tiendas, especialmente de souvenirs, arte, música y algunos restaurantes.
Muy cerca del Parque Colón y al sur de este, se encuentra la Catedral de Santa María la Menor, Primada de América; construida entre 1514 y 1544. El interior es muy hermoso, mezclando estilos gótico, renacentista español y barroco.
Varios artistas reconocidos han trabajado en su interior, como el dominicano Rincón Mora, el escultor italiano Cellini y el pintor español Bartolomé Esteban Murillo. Para terminar cerca del parque, podremos admirar el Palacio Borgellá, también del siglo XIX, que fue la residencia del difunto gobernador y hoy en día está ocupado por varias oficinas gubernamentales y un hermoso museo, donde se muestran exposiciones de arte cada año.
Finalmente, les recomendamos continuar su visita a los numerosos monumentos e iglesias, y entre un espacio y otro, disfrutar de una cerveza local o un jugo natural exprimido en el bar ubicado frente al Parque Colón, conocido como el Palacio de la Esquizofrenia; oh, y en el hermoso Malecón de Santo Domingo, disfruten de los varios bares junto al paseo y continúen disfrutando de nuestra historia: visiten el Monumento a Fray Antonio de Montesino.
Por Victoria Curiel
