VOLVER A CASA DE CAMPO

 

Con la necesidad de paz y descanso, naturaleza y mar, hemos optado por volver al Hotel Casa de Campo. Y, con solo entrar a al resort-residencia, nos fascina el paisajismo de una naturaleza tropical honrada por manos botánicas expertas, que nos hacen sentir estar en un mundo en el que se combina el bienestar con el lujo, y el lujo con la elegancia. Hacía muchos años que no nos tomábamos ese tiempo para disfrutar en República Dominicana, de esa armonía existencial que nos hace sentir que estamos frente a un lugar exclusivo y único en la oferta internacional del turismo de alta gama en el que la calidad brilla con la diversidad de servicios de profesionales cálidos, educados, con proximidad y distinción hacia el cliente.

Se disfruta en Casa de Campo, un sin número de maravillas, nos iniciamos por lo que tanto disfrutan los visitantes como son: Las Casitas, las piscinas, Playa Las Minitas, el más importante campo de golf de muchos países importantes, la Marina, caballerizas, naturaleza virgen del rio que redondea el hotel, el espacio para jugar y competencias internacionales y nacionales del polo, Altos de Chavón y su impresionante auditorio abierto, donde se han presentado artistas del nivel de Frank Sinatra, entre otros.

El restaurante del hotel, exhibiendo un menú cosmopolita, cuyo chef es un profesional italiano de una afabilidad especial, al igual que el personal del mismo. Te hacen sentir como en un lugar de ensueño. Los mismos han sido formados para halagar los paladares de sus comensales y de una presentación muy única y especial.

Me gustaría reproducir datos históricos sobre Casa de Campo, que abrió el turismo que el país exhibe. Los reconocimientos internacionales son muchos, como por ejemplo, los Leading Hotels of the World, logrado en el año 2010, fruto del trabajo de muchos años.

Lujo, belleza y comodidad definen a Casa de Campo, cuyo nacimiento es a finales de los años 60’ en la ciudad La Romana, que albergó el único y más grande molino productor de azúcar en el mundo. Perteneciente al imperio Golf+Western, el molino fue la cuna de trabajo principal de la zona. Sin embargo, el ejecutivo Álvaro Carta entendió que había un mayor potencial en La Romana, por lo que puso en marcha una nueva industria, la más importante del turismo dominicano: el turismo.

Casa de Campo es turismo, arte muy creativo logrado por El Artístico, un auténtico artesano cuyo trabajo es competitivo en calidad con la artesanía suramericana. Lamentablemente, este creador desapareció hace pocos días, más, sin embargo, ha dejado una escuela de sus alumnos que lograran mantenerse y continuar el invaluable trabajo del mismo. Recientemente, ha cerrado la Escuela de Arte de Altos de Chavón, pero una pléyade de artistas plásticos ha dejado trabajos impresionantes como, por ejemplo, la reconocida artista América Olivo, quien creó un mural impresionante en el área de la recepción del hotel.

Se recibe de manera muy especial a los visitantes quienes son trasladados a las habitaciones del hotel empleados “botones”, que le llevan en un un carrito de turistas similar a los de golf. Hay tres opciones: Elite Patio, Elite Balcón o Elite Suite. La capacidad es para cuatro personas. En todos los casos, las vistas son espectaculares y la decoración es elegante y luminosa, sin distanciarse del aire campestre. Como materiales, predominan básicamente caoba y piedra coralina. Las piezas decorativas son originales, mayormente de los talleres de Altos de Chavón, villa de piedra construida a imitación de una aldea italiana del siglo XVII, sobre el río Chavón que muchos conocen como “la ciudad de los artistas”, gracias al multimillonario Charles Bludorn, propietario de Altos de Chavón, quien falleció, dejando a su hija la herencia de continuar su legado, hasta hace pocos meses que lamentablemente han sido cerrado la Escuela de Arte, restaurantes, etc., pero tengo entendido que el Anfiteatro continuará.

Por Victoria Curiel

 

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Touring - Dominican Republic

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