Los cinéfilos, amantes del cine o como usted le quiera llamar tenemos miradas y gustos diferentes, no soy la excepción. Cuando leemos sobre filmaciones locales, nos enfocamos en el tema, los guiones, el director y actores, entre otros puntos. Bien, cuando nos enteramos de proyectos como el que se acaba de estrenar en nuestros cines, titulado “Flor de Azúcar”, un grito de libertad, amor y justicia, y con un director, guionista y productor de gran calidad como lo es Fernando Báez, inmediatamente nos frotamos las manos porque seguro que será un nuevo gran reto de calidad del cine dominicano.
Recientemente, leí que Fernando Báez opina que “el primer reto que debe superar el cine dominicano para ser más internacional es el guión”, lo que obviamente, ha incidido en que esta película de época que nos aporta un mensaje de fe, esté inspirada en el cuento original de don Juan Bosch, de la década del 40, titulado “La nochebuena de Encarnación Mendoza”. Este cuento evoca el ambiente de los campos de caña de la isla en el año 1949, reflejando la vida y costumbre de dos parejas campesinas, una dominicana y otra proveniente de Haití se entremezclan en esta historia. Uno de los personajes llamado Samuel es un joven campesino dominicano de firmes principios que se enfrenta a la hostilidad e injusticia de la dictadura de Trujillo. Este sufre mucho por indignación y el abuso de la guardia trujillista de tan cruel y opresivo régimen, donde veía las condenas y muertes. Estas crueldades le obligan a huir del país, teniendo que abandonar a su esposa Elena y a sus hijos.
Durante todo un año se oculta en una apartada isla de pescadores, Saona, donde conoce a María Fernanda, hermosa nativa y madre de una pequeña llamada María…pero preocupado por comenzar una nueva relación, decide volver a su familia sin sospecharse el terrible desenlace que le esperaba…
También son muy impactantes la escena de la pareja de haitianos huyéndole al hambre y a la miseria de su tierra, lo que les lleva a aventurarse a cruzar la frontera y llegar a los campos de caña, conectándo sus vidas con dominicanos que demostraron tener el gesto de sensibilidad y solidaridad humana con ellos.
No podemos continuar con otros detalles de la historia, porque tienen ustedes que verla y disfrutarla. Otros puntos a favor de la película son las impresionantes escenas que logra captar un experto como Fernando Báez, quien además de ser un virtuoso del lente, proviene de una familia de fotógrafos y cinematógrafos. Desde sus antepasados como su abuelo don Tuto Báez, quien realiza el primer film largometraje en el país, sus tíos, recuerdo en especial a Papio Báez, fotógrafo oficial del evento Miss Universo en República Dominicana, y múltiples comerciales para la televisión, han sido emulado por Fernando quien hoy en día logra maravillosos trabajos en su productora Unicornio Films, donde le acompañan sus 6 hijos. Y, por supuesto la maestría de la fotografía que le aporta Claudio Chea.
Fernando Báez es un ambientalista y documentalista que ha logrado hacer trabajos submarinos que muestran las bellezas y riquezas de los fondos marinos del país. Y, para abreviar su importante curriculum, agregamos que sus documentales sobrepasan los 200 títulos proyectados nacional e internacionalmente, citando entre los más importantes o conocidos:”La Imagen Nacional”, “Un pueblo con alma de Carnaval”, “Máximo Gómez hijo del destino”, y su ópera prima “El Rey de Najayo”, sin que se nos quede “El Lago Enriquillo” preludio del cambio climático.
En la película de época que motivamos, la elección de los actores es muy buena, presenta un reparto actoral conformado por los actores Héctor Aníbal en su primer protagónico, Arianna Lebrón, James Santil, Julieta Rodríguez, Acuarela Mercedes, Víctor Checo, Francis Cruz, Christian Álvarez, Omar Ramírez, Mario Lebrón, Caroline Becker, Natasha Alburquerque, Vladimir Acevedo, Danilo Reynoso, Camila Santana, entre otros.
Una de las grandes luces de este largometraje de época, es la presencia del virtuoso instrumentista de vientos venezolano, Pedro Eustache en la creación de su banda sonora. Eustache ha participado en la música de filmes como “La Pasión de Cristo” de Mel Gibson, The Jungle Book, Piratas del Caribe, entre más de 120 filmes. La dirección musical es de Pedro Pagán y Daniel Quiste, y la música de percusión de David Almengord, logrando una banda sonora que ha despertado elogios en los screenings privados ante programadores y curadores de diferentes festivales de cine internacionales.
No dejen de asistir, pues esta obra no tiene desperdicios!
Por Victoria Curiel
