ES UNA REALIDAD EL TURISMO DE SALUD EN REPUBLICA DOMINICANA

Por Victoria Curiel


Homs-fachadaDebo confesar que corrían los primeros años de la década del 90, cuando conocí al médico dominicano Albertino Roger, ginecólogo-oncólogo, que hacía pocos años había retornado al país desde New York, donde estudió y ejerció su profesión por mucho tiempo, y que por razones que ahora no vienen al caso, me presentó su proyecto de la primera tarjeta de salud que se lanzaría en el país, bajo un “joint venture” con Banreservas, con la finalidad de que la misma funcionase como una extensión de las tarjetas de crédito, es decir, un plástico especializado para temas de salud. El mismo fue manejado desde el Centro Médico Dr. Albertino Roger en el sector de Naco, en Santo Domingo. Fue una modalidad novedosa y que incluía servicio odontológico, enfocado hacia la medicina preventiva y las famosas cirugías plásticas y reconstructivas, que dicho sea de paso, estas últimas son las que atraen más al turista de un país a otro.

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Algo similar ocurrió en el año 2000, con un segundo proyecto cuyos objetivos fueron similares a los del visionario Dr. Roger, en este caso, liderado por el comunicador y médico Julio Hazim, quien bajo el paragua del desaparecido Grupo Baninter, avanzó muchísimo en algo similar al esquema anterior, y trajo al país, los mejores equipos en tecnología de punta y un proyecto que el Hospital universitario  Johns Hopkins, fundado en Baltimore, Maryland, y con extensiones en muchas ciudades norteamericanas, y el cual gracias a una donación de un señor filántropo del mismo nombre, considerado por muchas encuestas sobre “los mejores hospitales de Estados Unidos”, como el número uno. También, para tales fines, se trajeron especialistas desde Cuba, y se adquirieron pisos en Plaza Naco, que incluía el Hotel Plaza Naco, donde serían hospedados las personas que vendrían al país a utilizar los servicios de salud, y que con la misma competencia tecnológica y más económico que en sus propios países.

República Dominicana tiene un gran potencial para atraer no sólo el turista que se interesa en conocer sus playas, montañas y lugares históricos, también a los que están interesados en realizarse alguna práctica médica con profesionales criollos certificados internacionalmente.

Cabe destacar que ambos proyectos pudieron convertirse en líderes de la región caribeña, y que hubiesen significado una fuente de ingreso en divisas extraordinaria. Hablamos del turismo de salud o médico que tiene como fin que el turista o vacacionista de diversas nacionalidades aproveche su estancia y se someta a intervenciones, sobre todo, de cirugía plástica de todo tipo. Estos servicios  incluyen procedimientos electivos, cirugías especializadas, tales como reemplazo común, cirugía cardíaca, cirugía dental, y cirugías cosméticas.

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Actualmente los países  más populares en atraer este tipo de turismo son Canadá, Argentina, Cuba, la India, México, Tailandia, Costa Rica, Alemania y Brasil. República Dominicana podría convertirse en poco tiempo en un gran captador de turismo médico ya que se están desarrollando zonas destinadas para estos fines. Dos ejemplos muy bien conocidos son el Hospital General de la Plaza de la Salud en Santo Domingo y el Hospital Metropolitano en Santiago, ambos se han caracterizado por ser centros con un alto nivel de calidad y con buenos profesionales en variadas especialidades. Estas son las entidades que más atraen y desarrollan el turismo de salud, contribuyendo cada día más a su diversificación.

Son muchas las ventajas que significa para un país el turismo de salud, y República Dominicana se ha lanzado desde hace pocos años a incursionar. A nivel global este segmento, que se refiere al traslado de personas hacia otros países con el propósito de recibir atención médica, ha experimentado un crecimiento de alrededor un 35% anual y este fenómeno moviliza unos US$60,000 millones anuales y genera el 2.5% de los viajes por avión, de acuerdo a declaraciones del doctor Alejandro Cambiaso, presidente de la Asociación Dominicana de Turismo de la Salud. Este profesional considera que además de sus ya conocidos privilegios en cuanto a clima y posición geográfica, el país cuenta con profesionales de la salud altamente capacitados y centros adecuados para proyectar esta actividad que desde su punto de vista, aparte de los beneficios económicos que genera, fortalece la calidad y seguridad de los servicios médicos locales. No obstante, plantea que para lograr el repunte de este sector se necesita la activa colaboración del gobierno dominicano, a través de sus ministerios de Salud Pública, Industria y Comercio, y de Turismo, es decir, bajo un esquema de alianza para el manejo de un plan estratégico, lo que traerá el empuje y la diversificación, así como el aumento del flujo de turista por este concepto.

Hace poco tiempo en el país se celebró el Primer Congreso Internacional de Turismo de Salud, donde se recibieron connotados especialistas que avalaron sus temas y exposiciones con interesantes estadísticas, como por ejemplo, que en el año 2012, aproximadamente 1.6 millones de estadounidenses viajaron a otros países en busca de servicios médicos, ya que estos le permitían ahorros entre un 30 y 85%. Las conclusiones de este importante fórum fueron vitales para el país, que se comprometió a mejorar “la salud” en términos tecnológicos, legislativos, en calidad del servicio y capacitación del personal. Al igual, que ir acreditándonos internacionalmente, porque estos turistas solamente acuden a dichos servicios de salud bajo factores de calidad y de seguridad.

Definitivamente, la meta a corto plazo de atraer al país 10 millones de turistas es a través de la promoción y desarrollo de nuevos segmentos de mercado, productos y modalidades –en este caso, “turismo de salud”– al igual que el “turismo cultural”, el ecoturismo, desarrollo de rutas específicas, etc.

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Touring - Dominican Republic

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