EL DUENDE DEL PALACIO DE LA ESQUIZOFRENIA

grupo-perico-ripioPor Victoria Curiel

 

En la calle El Conde de Santo Domingo, existen dos iconos de la bohemia y de la intelectualidad, y agrego, –que desde el boom turístico del país–, también del turismo. Hablo de la emblemática Cafetera, y del Café Conde de Peñalba, mejor conocido como el Palacio de la Esquizofrenia, cuyo espacio defino como lo hizo una vez un buen amigo, “este es un puerto de sueños y de nostalgias”, en el que los habitués tratamos de compartir los pecados del mundo.

Los “habitués” del lugar tienen diferentes turnos: en las mañanitas tenemos a los conde-peñalbatempraneros, quienes llegan a tomarse el primer café del día, y a leer el periódico. La rutina señala, que luego, cuando llega Fernández, el viejito limpiabotas que baila los domingos en los Bonyé, entonces, pasan a lustrarse los zapatos. Desde la 7 de la mañana van llegando, los doctores Paliza, Martínez Portorreal, DiCarlo, el de la joyería cercana, y, antes de ser funcionario, Abel Rodríguez del Orbe, entre otros, y, para la tanda del mediodía, repiten algunos, y se agrega siempre el médico oncólogo Andrés Lugo Vizcaíno, luego de almorzar en el Mesón de Bari.  Mi lista de amigos, amigas y contertulios es muy larga, pero, como obviar, al querido Freddy Agüero, que vive y patrulla “la Zona a diario”, a los Tony’s: De Moya y Sánchez, a Martica Lovelace, Dolly Padua, Odalis, la del Café de Toi, mejor conocido como “La Resistence” un sitio muy especial ubicado en la calle José Gabriel García, del cual escribiré pronto, también, el del gran maestro de ajedrez, Mateo y su esposa, la artista plástica Rosalba Hernández, quien junto a la también artista Iris Pérez, tienen el Laboratorio Evolutivo de Arte Contemporáneo, al lado de la Esquizofrenia.

Llegar al Palacio de la Esquizofrenia es de inmediato una manera de alegrarse la vida, dejar atrás el “paquete, paquetico o paquetazo fiscal”. Ya que en este ambiente no se respiran problemas, sino que se va “a botar el golpe”, y no me pregunten cuál golpe? sino, el que cada uno (a) desee alejarse o botar.

Las peñas o tertulias, han tenido siempre en nuestro país mucho calor, a las mismas siempre han asistido artistas, intelectuales, bohemios, y gente de bien. Yo pienso, que así como los cafés y las peñas parisinas son el centro del mundo, El Palacio de la Esquizofrenia es el centro del país. Allí, se evocan tiempos pasados, que siempre fueron mejores, y los cafés y bares de la elegante Calle de El Conde de nuestra Zona Colonial, tienen historias imborrables en generaciones dominicanas.

Obligatoriamente, el referente de Francia y de los cafés parisinos nos arranca nostalgia, porque en este Café Conde de Peñalba, recordamos a nuestros poetas, artistas plásticos e intelectuales contemporáneos; que gracias a Dios, viven algunos de estos y pueden ser disfrutados cuando acudimos a la Plazoleta de Colón, con la espectacular vista de la Catedral Primada de América, que es justamente, donde está ubicado este lugar que hoy seleccionamos para nuestros lectores. En los atardeceres, percibimos a un Ramírez Conde –Condesito- sentarse a conversar con Silvano Lora, o, a Iván Tovar con Asdrúbal Domínguez; pero, también, al Quijote de la Zona, José Cestero soñando con su nueva musa, a Miguel Alfonseca y René Del Risco, al igual, que las divas de la intelectualidad de las décadas 60/70, poetas y escritoras, Jeannette Miller y Grace Coiscou, siempre con su boina y sus bufandas. La Poesía Sorprendida, y su “savoir faire” surrealista, gracias a la presencia de Aída Cartagena Portalatín, y sus acopios del Movimiento de la Négritude, al igual, que hoy la remplaza Delia Blanco, con sus frecuentes talleres, sus programas en Radio Francia Internacional (RFI), y sus enseñanzas sobre Breton, Aimée Césaire y Léopold Sedhar Senghor, su generación Mayo del 68, y su admirado presidente François Mittérand.

Todas esas semillas germinaron, y en el presente tenemos a los profesores y estudiantes de la Escuela Nacional de Artes Plásticas que en las tardes se toman un “cortadito” y…arranca la tertulia. También, todos los martes, el historiador Roberto Cassá, presenta un tema en la conocida “peña de Roberto”, muy concurrida por combatientes constitucionalistas, amigos de la izquierda de los 60, s, entre otros. Podemos siempre encontrar al legendario “Gordo Oviedo” quien a su vez, encabeza una peña sabatina, a nuestro querido amigo Teddy Hernández, y otros compañeros generacionales. Esta convocatoria hace unos años la presidia el recordado historiador don Chito Henríquez.

A todo esto, entre mesa y mesa, tanto del interior como exterior, usted compartirá con turistas, que bien son huéspedes de los hoteles del área, los que bajan de los cruceros, y los que aterrizan allí luego de tomar los tours de la zona, en especial, el de la Catedral.

Concluimos, invitando a quienes nos visitan, no partir del país sin tomarse su cafecito en El Palacio de la Esquizofrenia, y a los que viven aquí, que sobre todo, asistan los sábados y domingos, junto a su familia, ya que los pequeños pueden montar bicicleta, o patinar en el Parque Colón, echarle maíz a las palomas, y luego, disfrutar de los sabrosos jugos de frutas naturales o un rico helado.

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